Una bolsa puede ser algo más que un bonito envoltorio. Yuken Teruya propone convertirlas en frágiles siluetas de árboles, recortadas e iluminadas por el propio hueco que dejan.
Un trabajo minucioso, que el artista japonés realiza superponiendo fotografías de árboles sobre la cara de la bolsa con el logo.
Después, recorta la silueta en dos partes: ramas y hojas.
Finalmente, dobla ambas partes hacia el interior de la bolsa y sujeta el tronco con una gota de pegamento.
Lo he encontrado en This is colossal